Viernes 2020 - 01


 
No podemos evitar ciertos pensamientos. 
Tampoco podemos evitar ciertas reacciones. 
Provienen desde el inconsciente, como la necesidad 
de gritar ante un dolor demasiado grande.
 
No hay bien o mal en dichos pensamientos, ni en sus reacciones.
No hay juicios que hacer en ninguno de estos hechos.
Aún así...
 
No podemos evitar ciertos juicios. 
Tampoco podemos evitar ciertos prejuicios. 
Provienen desde el inconsciente, como la necesidad 
de indignarse ante un veredicto injusto.
 
No hay bien o mal en dichos prejuicios, ni en sus juicios.
No hay emociones que volcar en ninguno de estos hechos.
Aún así...

No podemos evitar ciertas emociones.
Tampoco podemos evitar ciertas conductas.
Provienen desde el inconsciente, como la necesidad
de gritar e indignarse por todo.

No hay bien o mal en dichas emociones, ni en sus conductas.
No hay pensamientos que tener en ninguno de estos hechos.
Aún así...
 
No podemos evitar ciertos pensamientos. 
Tampoco podemos evitar ciertas reacciones. 
Provienen desde el inconsciente, como la necesidad 
de racionalizar cada cosa que nos ocurre.



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