Levantarse

Trastabillo al andar, tiñendo el dolor de amargura.
No percibo nada en el interior. Una botella vacía. 
La magia, agotada.

De caer sin perecer están hechos los caminos que debemos recorrer.
Cómo levantarse es la pregunta de diferentes respuestas.

En mi anhelo de abstracción, de eyección del plano emocional,
me alejé demasiado de los objetivos que perseguí siempre.

 

Objetivos claros, en la línea de horizonte;
de sendero  firmemente construido, cada ladrillo, un éxito...
Vistos desde el suelo tras haber tropezado quién sabe hace cuánto.






El camino es el cierto; hace falta levantarse.
Y tengo miles de preguntas, excepto la pregunta correcta.

Mirándome en tercera persona, me doy pena. 
Rehusando hacer siquiera lo que antes hacía sin reparar en gastos.
Demasiado metido en un papel de fingida desimportancia.
Consumido por las obsesiones voraces que me definen compulsivo.
Relegando alimento y sueño al mar de lo improductivamente incierto.

La caída es la adecuada; hace falta levantarse.
Y en mi lugar, a alguien como yo, ni lo ayudaría.

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