Pétalos
El reloj volvió a marchar una vez más
desde el momento en que volvimos a encontrarnos.
Pensé que no quedaba más nada,
hasta que sentí el pecho inflamarse
al leerte una vez más...
Y una vez más, surgió la necesidad
de hacer de cuenta que el tiempo no había pasado.
De saberte ahí, como si hubiésemos esperado
todo este tiempo para volver a hablarnos.
Recordar el perfume en una carta,
exactamente igual que hace diez años...
Esta vez, sin tristezas, ni llanto,
sólo el ferviente anhelo de
seguir el ovillo de hilo plateado.
Rosas blancas, flores de cerezo...
heridas que son anécdotas,
acariciando sus pétalos el viento.
Mentes inquietas, dedos ávidos,
que coexisten a lo lejos
en el mismo espacio...
tejiendo nuevas ilusiones
que a los corazones den abrigo.
Y en el silencio de la noche,
sentir otra vez, este vacío
rebosante de palabras sin decir,
deseándolo una vez más, todo.
Gracias por volver.
Gracias por devolverme.
desde el momento en que volvimos a encontrarnos.
Pensé que no quedaba más nada,
hasta que sentí el pecho inflamarse
al leerte una vez más...
Y una vez más, surgió la necesidad
de hacer de cuenta que el tiempo no había pasado.
De saberte ahí, como si hubiésemos esperado
todo este tiempo para volver a hablarnos.
Recordar el perfume en una carta,
exactamente igual que hace diez años...
Esta vez, sin tristezas, ni llanto,
sólo el ferviente anhelo de
seguir el ovillo de hilo plateado.
Rosas blancas, flores de cerezo...
heridas que son anécdotas,
acariciando sus pétalos el viento.
Mentes inquietas, dedos ávidos,
que coexisten a lo lejos
en el mismo espacio...
tejiendo nuevas ilusiones
que a los corazones den abrigo.
Y en el silencio de la noche,
sentir otra vez, este vacío
rebosante de palabras sin decir,
deseándolo una vez más, todo.
Gracias por volver.
Gracias por devolverme.
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