Susurros

Si el alma fuese una barca
encontraría navegando a la mía
en el centro de un mar turquesa
por vientos naranja, mecida.

Todos los horizontes visibles desde ahí
mostrarían los sueños y las ilusiones
en exactos y equidistantes puntos de fuga:
tan probable espejismo, o ansiado oasis...?

Si el viento empujara una barca
mantendría avanzando a la mía
por firme senda, con la sensación
de que la única certeza, es la duda.

Por ello toda causa emprendida 
en causa perdida se convertirá,
y haya espejismo, oasis o algo más
no queda más que atreverse a seguirla.

Si el Destino guiase una barca
estaría agitando los remos de la mía
en pos de trazar senderos perfectos
a los que solemos llamar Rutinas.

Llegará un Naufragio Inevitable,
del que no habrá fecha exacta,
y del que se escuchan susurros
en el silencio entre latido y latido.

Si el cuerpo fuese una barca
estaría dormitando la mía,
con los sueños como abrigo
de las esperanzas vertidas.


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