Treinta conclusiones

El curso del tiempo es una espiral ascendente, aunque parezca un camino circular.
Tener la razón  da cuenta de nuestra sabiduría; querer tenerla da cuenta de nuestra ignorancia.
Humildad bien entendida implica hacer del mundo nuestro maestro, no nuestro amo y señor.
La energía nunca se pierde, sólo se transforma en aquello en que nos permitimos tornarla.
El silencio es buen aliado de los temores; las palabras son fantasmas que atormentan a la mente.
Las personas hacen todo lo posible por hallar no soluciones, sino más preguntas sin respuesta.
La devoción y adoración totales sólo pueden lograrse a través de métodos de injusta reciprocidad.
Una conexión entre seres existe en tanto y en cuanto persista la imposibilidad de hacerse tangible.
La verdad siempre dolerá si nos habituamos a mentirnos a nosotros mismos sin reparar en los demás.
La paciencia es una virtud; la espera es una excusa para jamás tomar la iniciativa de las cosas.

Toda problemática surge de el desbalance entre dos factores: espacio, y tiempo.
Solemos llamar tristeza a esa sensación de no habernos salido con la nuestra en un momento dado.
Nada positivo ocurre por casualidad, así como nada importante ocurre por azar.
El karma cotiza a un valor que sólo el Universo y nunca uno, llega a conocer.
A la reiteracion sin aprendizaje se le llama ocio; al rutinario aprendizaje, yo lo llamo progreso.
Vivimos sumidos en contradicción cuando nos negamos a recibir lo que el Destino nos tiene pautado.
Respiramos, luego sentimos, luego pensamos, y luego por Lógica de Descartes, existimos.
La insensibilidad es el camino más corto a la prosperidad inmediata.
En los tiempos que corren, aquel que no aprende es porque no lo desea.
Nada puede ser para todos cuando los que trabajan y luchan son siempre los mismos.

El tiempo más se acelera cuanto mejor hechas están las cosas: el descanso eterno fue hecho a medida para los capaces.
El espacio, gracias a sus límites, tiene magnitudes inconmensurables: en toda habitación hay encerrado un infinito.
El deseo parte del anhelo de seguir conformándose con poco: quien poco ansía, jamás desea.
El amor es una fuerza inagotable y perfecta depositada en envases perecederos y playos.
Se puede ser joven toda la vida aunque parezca que sólo se vive una vez.
Si la libertad no es negociada, inventariada y pagada con sangre, entonces es libertinaje.
Vivimos más tiempo gobernados por el instinto de supervivencia que por el proyecto de civilizarnos.
Soy lo que soy hoy, porque he sido y ya no soy aquel que siempre he pensado o querido ser.
El placer, como la calma, sólo persiste entre momentos de cambio y sin pronósticos probables.
Cada edad en cada individuo, es un escalón, y por ello un punto de vista, que sólo por serlo, es válido.

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