[H]abrá más mañana
Pretende aferrarse a la sal de las heridas
para volver rojas sus uñas sin dedos.
Abrasa mi mente con ideas de madera,
con el fuego que mana de la salvia muerta.
Aquí y allá, golpea como el cristal, las campanas de la inquietud
un agudo sonido que en su trayecto evoca lejanías y falsas promesas.
Envía vocales siseantes tras de cada acorde de canción de la esperanza
sólo para remarcar, constante, la victoria de la Corte Vacía.
La rutina de los pies de concreto da de sí su mejor esfuerzo.
En momentos como este, desearía que todo se desvaneciese...
Quedar a merced de los pensamientos sin formular conclusiones.
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