[H]ambre de Cacería
Advertencia: Prosa explícita.
Te veo correr justo delante mío,
Te veo correr justo delante mío,
a poco más de un salto de distancia,
sonriéndome pícara, ágil, e impúdicamente desnuda.
Buscás con tu carrera veloz agitarme,
arrebatarme el aliento que me refresca el alma,
en esta cacería tan placentera y tan eterna.
Veo el contoneo de todo tu cuerpo en velocidad,
fundiéndose en el verde de una pradera majestuosa,
en una alfombra de hierbas desfloradas por tus huellas.
Sin perderte el rastro, más y más te alejás
mientras tus feromonas se clavan en mi olfato,
rogándole a mi sexo otro erecto y tibio amanecer
que arrebate el tesoro que resguardan tus piernas
Veo en tus ojos la desesperación, el éxtasis fluyendo,
deshaciendo la luz clara en millones de colores fuertes
mientras pequeñas gotas de néctar navegan por el aire,
y como el rocío, salpícanme en mi orgullo, en mis dedos...
La brisa matinal nos renueva el oxígeno alucinante.
Sugiere una profunda paz, un segundo de sosiego en este trote arrebatado.
Y aún así, decido saltar sobre vos, confiando en tus caderas,
que se elevan en un compás ensayado para atraer mi atención...
Y te capturo eficiente, entre brazos, sudor, fuerza y certeza de cazador.
para que la inercia nos eche a rodar de nuevo, sólo somos piel y hojarasca;
el mundo no deja de girar mientras nos abrazamos con energía pura,
y sólo nuestros pechos nos mantienen frente a frente, una vez más.
Esta es la última de las cacerías en las que te perdonaré la vida.
Esta es la última obra en la que interpretamos obedientes nuestros papeles.
Ahora te tengo por última vez, cautiva en la jaula de mis anhelos y antebrazos.
Ahora aplacaré la hambruna feroz. Tu cuerpo todo, como mi único alimento.
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