[H]ermoso manar

Les concedo el privilegio de la vida,
en el escozor de mis ojos
y en las remembranzas acontecidas.
De los momentos felices,
de esos momentos espejo,
de esa explicación que nunca suena convincente.




Les permito contemplarse renacidas,
en un inocente vestido
en una textura sin sal.
Limpias como esmeraldas,
Limpias de culpa o castigo,
Limpias como la sombra de una luna nueva.




Como cuando se recuerda la primera palabra de aliento,
como cuando se enciende la primera vela de la amistad,
como cuando se contempla por primera vez a la Naturaleza espléndida,
como cuando se graba en el pecho la imagen del ideal primer beso,

así,



las lágrimas de felicidad hoy mojan mi rostro.

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