[H]egemonía
Caen como gotas densas, bañándote el rostro e inundando tus labios.
Llevan una mordida, firme pero sutil, marcándote el cuello, ahora de mi propiedad.
Exploran tus simetrías con medido ahínco y esmero,
buscando hacer aflorar los pálpitos de tu cuerpo.
En los distintos sabores se detienen, en el rito que es tortura, y es deleite.
En la suavidad de tu piel coronan la conquista del abrazo,
afinan tus octavas más tiernas, y las nutren de propósito.
Dan a tus manos nuevo control sobre tus actos, rasgándolo todo.
Como la más arrogante obertura, son mis besos los que inician el cortejo,
e instruyen las sensaciones y a los sentidos,
elevan notas,
generan climas,
desatan la locura, y también,
el clímax.
Tan perversa,
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